Hagamos una pequeña reflexión: cuando algo se rompe, por decir… una taza y la reparas, sabes que puede seguir cumpliendo con su función; sin embargo, existe ahora ese miedo a que en cualquier momento se pueda desarmar, el líquido se filtre o incluso, puedas cortarte bebiendo de ella ¿no? Bueno, pues algo similar sucede con las llantas renovadas en los automóviles.

Una llanta renovada es aquella en la que su carcasa o estructura y banda de rodamiento —las cuales ya cuentan con un desgaste— son reutilizadas para acondicionarse, rasparse y revestir la banda de rodamiento (dibujo) de la misma llanta mediante un proceso similar a la vulcanización.

Pese a ser poco frecuente encontrar neumáticos de este tipo en los coches actuales, es una práctica que utilizan varias empresas en el autotransporte en camiones, autobuses y/o aviones, pues representa una reducción en sus costos y cuentan con la tecnología para realizarlo.

Entonces, si tanto los camiones como los aviones utilizan llantas renovadas, ¿por qué no lo recomendamos en los automóviles?

La respuesta más concreta y sencilla es que no son seguras, y esto se debe a que se trata de una llanta que ya contaba con un desgaste previo, y que se desconoce si sufrió algún golpe severo que ponga en riesgo la seguridad al tener una estructura dañada aunque la banda de rodamiento esté renovada.

Además, su durabilidad será mucho menor que la de una llanta nueva, y por evidentes razones, lo será también su resistencia a las condiciones del camino.

Eso mismo ocurre con el riesgo que se corre al usar llantas usadas, las cuales se venden en la calle y son conocidas como gallitos.

Es un ahorro muy mal entendido, ya que por pagar la cuarta o quinta parte del valor de una llanta nueva, se ignora lo siguiente:

  • Son riesgosas.
  • Su duración será efímera (meses si no es que días si acaso).
  • Será una llanta distinta a las que el vehículo tiene rodando en ese momento.
  • Es economía informal.
  • Le quita trabajo a la industria llantera formal.
  • No tienen garantía.
  • Son basura ecológica.

Contrario a una llanta nueva que:

  • Es segura y tiene garantía.
  • No es costosa.
  • Dará en promedio más de 60,000 km o hasta 5 años de uso con un cuidado y mantenimiento adecuado.
  • Da fuentes de trabajo a la economía formal.

Cabe mencionar que un neumático no se construye pensando en ser reutilizado, debido a que dentro de su fabricación se toman en cuenta muchos factores como el tiempo de vida útil del mismo, así como la durabilidad de sus componentes y su efectividad y seguridad, entre otros.

Las llantas usadas no son una buena elección, aunque puedas ahorrarte dinero. Ponlo en consideración, ¿qué vale más? ¿tu seguridad o tu bolsillo?

Por ello, si tus llantas se encuentran ya muy desgastadas y te ves en la necesidad de cambiarlas, pero quieres una opción que sea resistente, duradera y sobre todo, presente la mejor seguridad en el camino, elige JK Tyre Total Control y/o Tornel Orgullo de México.