Todos hemos escuchado algún consejo sobre cómo cuidar mejor las llantas o cómo no afecta en nada a la seguridad del coche que rodemos con los mismos neumáticos desde hace muchísimos años. Sin embargo, suelen ser mitos que se repiten por todos lados sin un verdadero conocimiento.

¿Lo peor de todo? Escuchar tantos mitos puede llevar a que no prestemos la atención necesaria a las llantas y que las dejemos caer en el olvido. Nada podría ser peor, pues hay que ser conscientes de que no importa cuántos caballos de fuerza nos dé el motor ni qué tan aerodinámico sea el coche, si los neumáticos no están en óptimas condiciones no van a responder adecuadamente cuando más sea necesario. Pero vámonos a lo que nos interesa.

Mitos y realidades sobre las llantas

1. Siempre es mejor inflarlas de acuerdo a la inscripción en el carro.

¿Cuántas veces no hemos escuchado esto? Sin embargo, esto NO es una buena idea. Un fabricante de carros determina la fuerza y la carga que una llanta necesita soportar para que un auto camine sin problemas. Los ingenieros detrás de la fabricación de sus neumáticos saben cuánta presión requieren de acuerdo a los materiales empleados y el proceso de construcción de la llanta. ¿Qué hacer en este caso? Asumiendo que colocas las llantas cuyas medidas han sido recomendadas por el fabricante del carro, sigue la inscripción EN la llanta y usa este dato como guía. Para carretera usa el máximo y para ciudad puedes usar hasta 5 unidades menos.

2. Las llantas no se deben rotar frecuentemente.

Este es un tema del que ya hemos hablado anteriormente y que repetiremos cada que sea necesario para que todos nuestros lectores se enteren: SÍ hay que rotar las llantas de forma regular.

¿Por qué? La respuesta es sencilla: así el desgaste de las llantas será igual y disminuirá el riesgo de accidentes. Sin embargo, no se trata de rotarlas como se nos ocurra, sino que debemos hacerlo de la forma correcta para que el cambio sea efectivo. Nuestra recomendación como fabricantes de llantas, es que se haga: Alineación, balanceo y rotación cada 6 meses o 10 mil kilómetros.

3. Cambiar el tamaño del rin no afecta el rendimiento de la llanta.

Esto no podría ser más falso. Todos los componentes del coche han sido diseñados con el mayor cuidado para garantizar no solo la seguridad de los pasajeros y la integridad del vehículo, sino también un funcionamiento óptimo y eficiente. Ponerle el rin equivocado a un coche es como usar zapatos de vestir para correr un maratón. Es mejor NO hacerlo.

Estos son solo algunos mitos que circulan sobre las llantas. Lo mejor es, cada que escuches algo, confírmalo con un experto.

Y recuerda, cuando cambies llantas, pide JK Tyre o Tornel.