Las llantas son una de las partes más importantes de tu auto, son las que tienen el contacto con el piso y permiten el libre movimiento; además, son un componente de seguridad crucial al que debes de prestar atención cada cierto tiempo y reemplazarlas cuando sea necesario. ¿Sabes qué signos indican el momento para reemplazar tus neumáticos? Sigue estas recomendaciones.

1.- Los neumáticos no deben usarse por más de 5 años a partir de su fabricación.

Aunque algunas opiniones indican lo contrario, el hule tiene caducidad, se hace duro, se cuartea y pierde las propiedades de adherencia. Utilizar una llanta con más de 5 años de vida puede llegar a comprometer tu seguridad. Para identificar la fecha de fabricación de tu neumático, debes buscar cuatro números encerrados en un recuadro especial ubicado a un costado del neumático. Los primeros dos números indican la semana del año en que se fabricó, y el par restante, el año.

2.- El espesor o profundidad de la banda de rodamiento (dibujo).

Los «gajos» de la llanta tienen un espesor y el mínimo recomendado es 1.6mm de ancho. Si la llanta presenta un espesor menor, hay que cambiar la llanta. Para asegurar que no necesitamos andar midiendo con herramientas especiales, muchas llantas tienen «barras de medición» que se encuentran dentro de los gajos a la medida mínima aceptable.

3.- Comprueba las líneas, figuras y canales de la banda de rodamiento.

Mediante una inspección visual, asegúrate de que todas las figuras del neumático se pueden apreciar correctamente. Las líneas, figuras y canales garantizan una conducción segura en superficies húmedas, debido a que permiten que el agua se encauce. Más importante aún, el correcto estado de estas marcas permiten un buen frenado.

4.- La banda de rodamiento debe estar pareja.

Comprueba que la llanta termina pareja, que no existe un desgaste interno mayor que el externo. Si esto ocurre, es un problema de alineación o balanceo, amortiguadores en mal estado así como bajo o exceso de inflado.

5.- Llanta seccionada, rajaduras o chipotes.

Inspecciona visualmente el neumático en busca de pinchaduras o daños. Si la llanta presenta un desgaste físico, lo más recomendable es reemplazarla para evitar un percance. Los parches de goma son perfectos como solución a corto plazo, sin embargo, no se recomienda rodar una llanta seccionada por mucho tiempo, pues a grandes velocidades, esta puede fallar. 

Si una o varias de tus llantas se identifican con estos puntos, debes cambiarlas a la brevedad. Recuerda que tu seguridad al volante es prioridad, y unas llantas en buen estado aseguran que tú y los que te acompañan lleguen a salvo a su destino.

Cuando cambies llantas, pide JK tyre