Es bien sabido que a menudo suceden accidentes automovilísticos, que pueden ser producto de múltiples razones como la falta de atención al volante, no conservar la distancia entre coches o hasta manejar bajo la influencia de sustancias estupefacientes. No obstante, también pueden llegar a ocurrir accidentes debido a unas llantas en mal estado.
Las llantas junto con los frenos y la suspensión influyen directamente en la distancia de frenado. Ésta se refiere a la distancia que tarda el coche en detenerse por completo después de que se haya pisado el freno.
Cabe mencionar que, mientras mayor sea la velocidad del coche, mayor será la distancia de frenado (datos promedio. Pueden variar según el desgaste, presión de inflado, marca, diseño y condiciones del sistema de frenado de cada vehículo o si es en piso seco o mojado).
Alrededor del 80% de los accidentes se producen después de que el conductor pisó el freno; aquí es cuando se escucha el característico chirrido que emiten las llantas al someterse a la fricción contra el pavimento en un súbito intento por evitar estrellarse y si el auto cuenta o no con frenos ABS.
Por tanto, las llantas son importantísimas para un frenado correcto, pues éstas son el único punto de contacto entre el coche y el suelo, y el estado en el que se encuentren determinará su efectividad. No obstante, muchos conductores no prestan atención a este detalle, dejando de lado el desgaste tanto de sus llantas como de otros componentes de su vehículo.
Entonces, ¿a qué debemos prestar atención? A continuación te lo decimos:
- El estado de las llantas: Como mencionamos anteriormente, la llanta es el único elemento que tiene contacto con el pavimento, por tanto, el desgaste en su banda de rodamiento influye completamente en su rendimiento al momento de realizar el frenado, pues de encontrarse en mal estado, disminuirá su agarre (especialmente en condiciones de terreno mojado) aumentando así la distancia de frenado.
- Otra cuestión es la presión de inflado, pues la correcta no sólo garantiza el desgaste uniforme de la banda de rodamiento, también brinda estabilidad al momento de frenar.
- Los amortiguadores: Cuando estos se encuentran deteriorados pierden (al igual que las llantas) adherencia, generan un mal agarre en carretera, y resulta en extender la distancia de frenado.
- Los frenos: Evidentemente, estos están involucrados en primera instancia, pues son los que indican a las llantas que deben detenerse. Si un freno está defectuoso, se corre el riesgo de deslizamiento, lo que genera que a pesar de que se indique al coche que debe detenerse, éste todavía correrá un momento más, aumentando incluso más la distancia de frenado.
- Servicio correcto de Alineación, Balanceo y Rotación: Cuyo cumplimiento en tiempo y forma (cada 6 meses o cada 10,000 km, según lo que ocurra primero) proporciona mayor certeza en el correcto funcionamiento de las llantas al frenar.
Como método para evitar que las llantas afecten negativamente al frenado de tu coche, sugerimos llevar a cabo un mantenimiento regular de las mismas. Claro que si tus llantas ya han cumplido con su periodo de vida y/o kilometraje, por tu seguridad, lo más recomendable es cambiar de neumáticos.
Y recuerda, cuando cambies de llantas, pide JK Tyre Total Control y/o Tornel Orgullo de México.
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